miércoles, 21 de abril de 2010

Le vengo ofreciendo lo que es el libro

En la industria editorial nada es tan sencillo como parece. A partir de los clientes, se hace una división de cuatro rubros para la comercialización:

Clientes individuales. La editorial le vende al lector directamente. Esto puede ser mediante el correo, en la librería de la misma editorial, suscripciones, entre otros.

Instituciones. Libros que se venden al mayoreo a los órganos estatales de educación para que estos lo distribuyan en escuelas, bibliotecas y campañas alfabetizadotas.

Ventas al menudeo. Aquí los libros se venden de uno en uno, en librerías, casas y clubes de libros, vendedores ambulantes, entre otros.

Mayoristas. Son los intermediarios entre las editoriales y los vendedores al menudeo, quienes a su vez lo hacen llegar al lector. Algunos mayoristas se dedican a vender a las bibliotecas.


Todas las formas de venta ya mencionadas aplican en la exportación. Sin embargo, ésta implica un sinnúmero de problemas entre el consumidor individual, instituciones, detallistas y mayoristas en el país importador, con los exportadores ntermediarios en el país vendedor.

Tan es así que muchos ediotres prefieren no intervenir directamente en este proceso y dejan todo en manos de intermediarios.

Algunos de estos factores que afectan el desarrollo de la exportación son la diferencia idiomática, obstáculos políticos, censura, factores económicos. Por esas razones, las ediciones importadas suelen ser considerablemente más costosas.

Para que una editorial pueda vender un libro necesita pasar por tres procesos fundamentales:

Promoción: Se realiza con la finalidad de que los clientes potenciales conozcan la existencia de nuestra publicación.

Obtener pedidos: Convencer a la gente para que haga sus pedidos. Lo cual involucra a un representante de ventas que viaje con el propósito de mostrar nuevos libros a las librerías, escuelas y bibliotecas.

Preparación y entrega de pedidos: Consiste en empacar y enviar los libros solicitados y hacer la factura correspondiente.

lunes, 19 de abril de 2010

Impresión y encuadernación


La impresión:

Impresión directa con tipos metálicos (letterpress): la tinta se aplica en la superficie elevada de los tipos, se presiona el papel contra ellos y de esta forma la figura se transfiere. Digamos, el proceso es como el de un sello, al cual le pones tinta y gracias a los bordes queda la marca al presionar en una superficie.

Con el paso del tiempo, se inventaron las placas que son tomadas de los moldes originales y usadas en lugar de los tipos. Es decir, ya no era letra por letra.

La placa es una hoja delgada (tradicionalmente de metal, pero luego también se produjo con plático o hule duro) que no se desgasta tan pronto como los tipos metálicos. La otra ventaja es que se éstas placas se pueden almacenar fácilmente para eventuales reimpresiones.
Impresión litográfica o planográfica: Se efectúa a través de una placa plana. La imagen de las letras se reproduce sobre la placa y se procura que la tinta se adhiera sólo a la parte de la superficie que ocupan los símbolos. Cuando el papel se necuentra entre el cilibro cubierto con blanket y la prensa, la tinta se transfiere al blancket y posteriormente al papel.

La impresión offset: la forma más familiar de impresión litográfica y la más usada en la producción de libros.

Una de sus principales desventajas es lo reducido de su área de impresión, lo que exige mayor trabajo en el armado de secciones para la encuadernación. Pero entre sus ventajas está la de poder imprimir la composición tipográfica, dibujos, fotos y manuscritos simultáneamente.

El último paso previo a la transportación a la placa es la toma de una película que contien todas las imágenes, y puede ser guardada para volverse a usar, en vez de almacenar toooda la placa.

La impresión sin presión: La "xerografía" hace posible la impresión de pequeñas cantidades de ejemplares a un costo mucho menor. En combinación con los microfilmes, que pueden almacenar grandes cantidades de información en un espacio muy reducido, hace posible la publicación inmediata de libros con un alto valor (medicina, ciencia, tecnología, etc) pero de poca demanda.

Serigrafía: Tradicionalmente se empleaba la pantalla de seda, hoy en día es común el uso de nylon, algodón, malla metálica u otros materiales. Este tipo de impresión se utiliza para la reproducción repetida de un mismo modelo, por ejemplo un papel tapiz. No es tan funcional para libros, pero sí para carteles, estampas, ilustraciones, etc.

Prensas especiales: Imprimen ambas caras de una hoja simultáneamente; también están las que lo hacen sobre un rollo continuo de papel como las de los periódicos. Otras imprimen más de dos colores sucesivamente. Sólo son rentables si los tirajes justifican su uso.


Encuadernación:

Básicamente la encuadernación consiste en doblar y acomodar los pliegos para convertirse en páginas, múltiplos de cuatro.

Americana: consiste en prensar las páginas refiladas y aplicarles pegamento. Este tipo es mucho más común en las ediciones de bolsillo.

Rústica: aquí se refilan tres lados y en el cuarto se perfora, y luego se coloca el pegamento en los agujeros. Como resultado se tienen versiones más resistentes al paso del tiempo y el trato de los lectores.

El libro al desnudo


  • Cubierta o primera de forros
El verdadero nombre de la mundialmente conocida como "portada". Esta parte debe incluir la información elemental del libro como el título, su autor o autores, la editorial y el tomo o volumen si es que aplica. Generalmente llevan ilustración.
  • Segunda de forros
Se localiza (al menos en occidente) del lado izquierdo y es la que sigue de la cubierta. Lo común es que vaya en blanco, aunque en alguna ediciones son solapas donde se incluye una pequeña biografía del autor, y otras publicaciones del mismo o de la editorial.
  • Páginas falsas
Son las 1 y 2, y también se les conoce como hojas de respeto o cortesía.
  • Falsa portada, anteportada o portadilla
Página 3 con el título de la obra.
  • Contraportada o frente-portadilla
Página 4 suele quedarse en blanco.
  • Portada
Página 5 y es donde se exponen los datos de la obra, si bien en la primera de forros sólo se asientan algunos por una cuestión de estética, en la portada se pone, además de los ya nombrados, los otros: autor(es), título, subtítulo, colección, editorial, año, traductor, entre otros.
  • Página legal
En está, la página 6, van los los datos que por ley debe tener un libro: derechos de autor, los datos de la primera edición y sus respectivas reediciones, el International Standard Book Number (IBSN, en español Número Estándar Internacional de Libro), los datos completos de la editorial, el año y la ciudad en que se imprimió.
  • Epígrafe o dedicatoria
Página 7, lleva algunas líneas que el autor redacta. La siguiente se deja en blanco para iniciar en página non.
  • Índice general
Pueden ir al principio o al final del texto, lleva el contenido del texto.
  • Apéndices o anexos
El equivalente al "material extra" en DVD's.

  • Cuadros y material gráfico, notas, bibliografía, vocabulario o glosario, índices analíticos, índice de láminas (no siempre aplican)

  • Colofón
Se localiza al final y contiene datos de tiraje y fecha en que se terminó de imprimir, la dirección de donde fue impreso, etc.
  • Tercera de forros o retracción de contraportada
Equivale a la segunda de forros por lo que también puede ir en blanco o tener solapa.
  • Cuarta de forros o contraportada
Sinopsis del libro; se puede acompañar de la biografía del autor y/o de comentarios de especialistas del medio.

El diseño del libro


Hay puntos específicos que debe contener el diseño, entre ellos:
  • Tamaño del libro
Calcular las dimensiones que alcanzará la obra; es decir, la cantidad de letras que tiene el manuscrito, el tamaño de los tipos, si las páginas serán grandes o pequeñas, con márgenes estrechos o amplios y poco o mucho espacio entre renglones.

Para determinar ésto se hace un aproximado, se selecciona una cuartilla, posteriormente hay que contar el número de caracteres (incluyendo el espacio entre palabras) y luego multuplicar la cifra por el número de cuartillas de que consta el manuscrito. Es importante considerar tablas, diagramas, índices y apéndices.

El total de caracteres del manuscrito dividido entre el número de éstos que caben en cada página, nos da la cantida de páginas de que constará el libro con un formato determinado. A esto de suman los espacios de las ilustraciones, la portada, notas introductorias, y demás materiales.

El cálculo del tamaño del libro es un factor básico en planeación, pero sobre todo, en términos económicos. El costo de la tipofrafía depende del número de caracteres y por consiguiente en el costo del papel y de la impresión.
  • Tipografía
La técnica con que serán compuestas las palabras para ser impresas. Estas pueden componerse mécanicamente, por procesos fotográficos, con máquina de escribir, utilizando procesadores de palabras, colocando letra por letra a mano o dibujando cada una de ellas también a mano.

La materia del libro es determinante en la toma de esta y básicamente todas las decisiones que acompañan al diseñador (además del presupuesto).
  • Impresión
Dicha tipografía realizada en linotipo, monotipo o compuesta a mano puede ser impresa directamente con el proceso letterpress o utilizar la impresión fotooffset mediante pruebas de alta calidad obtenidas directamente del tipo; por su parte, la hecha en fotocomposición o el texto mecanografiado requiren placas y equipos offset.

Si hay ilustraciones, se modifican los procedimientos. La impresión de texto es más económica que la que incluye ilustraciones y si son a color o en blanco y negro, así como nitidez.
  • El papel
La elección del papel depende del procedimiento de la impresión.
  • Encuadernación
Implica decidir si el libro será de pasta dura, blanda o ambas.

El diseñador debe buscar:
  • Que el diseño sea apropiado para el tema del libro.
  • Que tenga atractivo artístico.
  • Claridad e inteligibilidad para el lector.
  • Economía tanto del editorial como del consumidor.
  • Viabilidad desde el punto de vista de la impresión.

El ciclo de autor, impresor y vendedor


Como sucede con casi todos los productos que consumimos jamás pensamos en el proceso que se llevó a cabo para llegar al resultado final. El caso de los libros no es precisamente sencillo, en especial tratándose de un mercado como el actual donde la lectura se encuentra devaluada.

El autor.- Es el creador del producto original. Como tal, debe proteger su trabajo de aquellos malintencionados que podrían plagiar o hacer mal uso de su obra. Por ello se inventó el copyright que protege el derecho a dar, luego de algunas negociaciones, su autorización para reproducir su escrito además de reconocerlo como el legítimo dueño. También se lleva un "tipo de relación entre el número de personas que utilizan el libro y el monto de la recompensa que el autor recibe", o sea, las regalías.

Entre el autor y el impresor está el editor, que interviene en la planificación del libro y es responsable de darlo a conocer. De ahí el inicio de la simbiosis: sin autor no hay libro, pero sin editor, impresor y vendedor el texto no tendrá difusión ni será redituable para el escritor.

El impresor.- Es el fabricante del libro quien no determina la publicación más allá de la impresión misma del producto (que en realidad es un importante paso), pero no influye en las decisiones o eventuales cambios al contenido.

El impresor recibe el texto del editor con los formatos requeridos, es decir el diseño, composición tipográfica, encuadernación, papel, etc. Al firmar un contrato tiene la obligación de respetar condiciones de reproducción. Es el primero en recibir su paga.

Volviendo al editor, éste debe cerciorarse de la corrección ortotipográfica, o sea, que el texto se haya revisado cuidadosamente una y otra vez hasta asegurarse de que no hay errores. De lo contrario, si el impresor produjo un gran número de copias equivocadas, los ejemplares tendrán que reimprimirse nuevamente con las correcciones pertinentes, lo cual elevará los costos de producción. Y todos señalaremos y culparemos al editor por haber hecho mal su trabajo.

Una vez que el editor ha establecido los factores anteriores y el libro se ha construido como tal, es momento de sacarlo a la venta y esperar a que la inversión se recupere.

Los vendedores naturalmente reciben una parte de las ganancias, pero éstas fueron contempladas por el editor, de manera que los demás que intervinieron reciban también su parte.

El vendedor.- Si todo salió de acuerdo al plan, cuando se cumplió ese proceso el libro está listo para ser disfrutado por los lectores, pagar la suma y esas ganancias serán repartidas y algún porcentaje le llagará a tu escritor favorito. Es por eso que la piratería daña tanto la industria y atrofia el ciclo.

domingo, 18 de abril de 2010

¡Fíjese bien!... Antes de abrir la boca, escribir o lo que se disponga a hacer


Las empresas editoriales como difusores culturales llevan consigo la encomienda de la defensa del lenguaje. No obstante, aclara Peña-Alfaro que "la lealtad lingüística en nuestro país se manifiesta muchas veces en un culto inexplicable a las formas, aun en menoscabo de las ideas o de la naturalidad de la expresión."

Solicitar un vaso de agua, como se ejemplifica, es totalmente legítimo, entendible y por lo tanto, se debe de proporcionar el líquido. Así que pedir el contenedor de agua, se refiere a la medida y no a las cualidades matéricas. Por lo que si quiere tomarse un "garrafón de agua", puede hacerlo.

Por ello resulta muy conveniente la acotación que hace la autora al redimir el papel del tumbaburros: "Los vocablos sufren muchas veces desplazamientos semánticos o sintácticos y la misión de los diccionarios no es condenar esas modificaciones, sino simplemente describirlas."

Optar por el sentido literal, antes que el sentido común de la expresión dificulta el quehacer de los expertos en la lengua.

jueves, 15 de abril de 2010

Corregido se ve más bonito

En ésta parte del proceso es quien toma el curso del futuro libro y procura una comunicación y revisión constante al trabajo del autor, traductor, tipógrafo, diseñador, ilustrador y hasta impresor.

Sobre las manos de éste hombre recae el éxito o el fracaso de la calidad en el manuscrito. Él tiene que hacer que, como dicen, todo cuadre.

Por lo tanto, no es de extrañar que sea el ojo más estricto y más temido de todas las partes que engranan el resultado final. El autor teme que cercenen su "perfecta" obra. Incluso diseñador e impresor cuidan que su trabajo se considere adecuado o le encuentren fallas.

Pero volviendo al autor, la labor del corrector consiste específicamente en que el texto sea legible, accesible sintaxis, de impecable estructura y verifica que la información sea correcta. De manera que el corrector ha de ser un verdadero erudito en cuestiones del lenguaje, pero también en el tema del libro. Ya que son comunes las fallas en ciertos nombres o datos que sólo un conocedor podría identificar y que el ojo del escritor, editor y consultor pudieron haber perdido de vista por la lectura repetitiva que vicia las correcciones.

Estos son los puntos a seguir:

  • LEGIBILIDAD: es la forma inteligible de presentar el manuscrito para que el tipógrafo pueda capturarlo cuando esté listo. Aquí se vigilan, por ejemplo, los "errores de dedo".
  • UNIFICACIÓN: implica uniformidad la puntuación, nombres, abreviaturas, tipografías, formas de escribir algunas palabras, etcétera.
  • ORTOGRAFÍA Y GRAMÁTICA: la primera elemental. Clarificar las ideas, no es regla pero en la literatura éstos errores no son tan comunes, en textos académicos pasa más seguido de lo que creen. Hay gente muy experta en su campo de estudio, pero de redacción saben un comino.
  • TRASLITERACIÓN: en el caso de las traducciones, es importante vigilar las adaptación. Aunque una obra originalmente estuvo en japonés, por ejemplo, no es lo mismo traducirlo al español antiguo, al de argentina, o cualquiera otra de sus "versiones".
  • VERACIDAD DE LA INFORMACIÓN: deberá cersiorarse de que los datos expuestos como nombres propios o años, sean correctos.
  • PROPIEDAD Y LEGALIDAD: No caer en el plagio